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Pecado de Soberbia

Publicado en Clarin, 24 de Julio de 2013

 Las elecciones presidenciales del 2011 fueron contundentes en el apoyo que la Presidenta recibió de la ciudadanía generando en el gobierno la idea de que podía haber “Cristina para rato” aunque la renovación del crédito no pudiera ser extendida por limitación constitucional. La reforma de la Constitución, entonces, apareció como un objetivo estratégico para el proyecto kirchnerista y en consecuencia se imponía una etapa de seducción y ampliación de bases de apoyo para desembocar en una elección en 2013 que garantizara los dos tercios de senadores y diputados necesarios para una reforma constitucional. A partir de allí podrían incentivarse conflictos que desembocaran en la consolidación de un movimiento kirchnerista desembarazado de “aliados no deseables” .

Pero en lugar de seguir este camino, el gobierno eligió el de la inmediata confrontación con quienes podían ser aliados fundamentales para el propósito reeleccionista. Así sometió a duras presiones al gobernador Scioli y se enfrentó con el principal apoyo sindical de los primeros gobiernos kirchneristas (Moyano y sus camioneros).

Esta política fue producto del exceso de confianza en el significado del 54% del 2011; un pecado de soberbia que ha puesto en serio riesgo la continuidad del  proyecto kirchnerista. Para colmo de males,  el (des)manejo de la economía llevó a la toma de medidas que aislaron significativamente al gobierno de sectores medios además de alimentar el proceso inflacionario. Por otra parte, las muy frecuentes denuncias de corrupción en círculos gubernamentales, la derrota sufrida por la decisión de la Corte Suprema de declarar inconstitucional aspectos centrales de la reforma judicial y el desafío del intendente Massa no hicieron sino profundizar los problemas del núcleo duro cristinista.

Por supuesto que el futuro en general y el de la política argentina en particular es poco predecible pero puede afirmarse que hoy son bajas las chances que el gobierno tiene de conseguir la cantidad de representantes en la elección de 2013 que asegure una reforma constitucional y por ende el comienzo del fin del kirchnerismo estaría en marcha. En este contexto ¿que opciones se presentan al gobierno?

La primera opción sería forjar un candidato competitivo para el 2015 surgido del riñón cristinista que aun cuando no ganara podría generar una representación parlamentaria que la incorpore como una fuerza de oposición relevante de la política argentina. Este es un camino poco promisorio aunque tiene alguna probabilidad de éxito si el raquitismo domina en la oposición pero ella está demostrando que tiene voluntad de coaligarse y ofrecer alternativas creíbles. Por otra parte no son tiempos fáciles para que el gobierno invente candidatos verdaderamente competitivos y si aquel escogido surge luego de que las urnas decreten que no hay “re-re” será además un hijo de la derrota. Por último, no es esperable que el kirchnerismo pueda sobrevivir mucho tiempo fuera del Ejecutivo dada la centralidad del manejo de recursos para su existencia.

La segunda opción es acordar con los candidatos del peronismo que aparecen con mayores posibilidades de asegurar un triunfo pero el pecado de soberbia hace problemático este camino. Si bien Scioli o Massa, por ejemplo, no deberían tener mayores problemas en aceptar el apoyo del gobierno a pesar de la hostilidad experimentada, el núcleo duro del gobierno deberá saber que no habrá lugar para ellos en un eventual gobierno de aquellos. Aunque muchos de los actuales miembros de dicho núcleo kirchnerista estén dispuestos a la genuflexión a las que nos tienen acostumbrados desde las épocas de Menem, ello será el fin del proyecto kirchnerista. Habrá un nuevo líder y el peronismo se inclinará tras él

En cualquier caso estaremos frente a una situación inédita para el gobierno y en especial para la Presidenta. Su poder comenzará a diluirse como arena entre los dedos a partir de la certeza que no existe reelección.  Y en este caso las preguntas son: ¿pueden imaginar a esta Presidenta acostumbrada a gobernar como monarca absolutista gobernando dos años desde una situación de debilidad, con cuentas acumuladas que pagar, elemento  que suele agudizar conflictos? ¿Es posible la implementación de la continuidad forzando la Constitución o lo que es lo mismo al margen de ella?. Es difícil imaginar una respuesta positiva a la primera pregunta. Respecto a la segunda no quiero ni pensarla como opción; bastantes tragedias hemos ya experimentado en nuestro país.

9 comentarios

  1. juan manuel

    Con todo respeto, la primera pregunta que usted se hace es imposible de contestar, ya que parte de la falacia de que la presidenta gobierna en Monarquía Absoluta, concepto que le sugiero revisar que sólo se sigue implementando en algunos países africanos, monarquías europeas pequeñas como el Vaticano o algunos países de medio oriente. Realmente seguir utilizando este concepto como metáfora no creo que sea muy virtuoso para poder discutir procesos políticos desde la oposición.
    atte..

  2. Pamela

    Con el mismo respeto con que habla Juan Manuel y que en mi caso emana de haberme formado profesionalmente leyendo más de un texto suyo; creo que este artículo maneja demasiadas suposiciones. Suponemos el resultado de las elecciones 2013, suponemos la imposibilidad de gobernar sin reelección… pero aseguramos la existencia de una oposición. Creo, que un intelectual como usted puede y debe tomar partido, pero me parece que es necesario «pasarse en limpio» y no seguir hablando en términos de La Verdad con un tono de neutralidad científica que sabemos bien que no existe.
    De todos modos, gracias por aportar al debate.

  3. Federico

    Siguiendo a los comentarios anteriores, no entiendo porque se debe caer en metáforas que agotan la discusión. Es imposible responder a su primer pregunta puesto que no existe tal tipo de gobierno, y la comparación es innecesaria. Considero, existen mejores mecanismos argumentativos para plantear una crítica en este sentido, y es una pena que el final del artículo desmerezca el resto del análisis.

  4. El Pollo

    La verdad es que no entiendo sobre que base afirma que «la oposición está demostrando que tiene voluntad de coaligarse y ofrecer alternativas creíbles», si el mayor mérito que ha sostenido al kirchnerismo en el gobierno es la impresentable oposición. Respecto de la dilusión del poder de la presidenta por una derrota parlamentaria, la derrota del 2009 muestra que eso no es así, que la iniciativa del kirchnerismo fue mas poderosa y que lo oposición tuvo como únicos resultados desplazar al kirchnerismo de las presidencias de la comisiones legislativas y no aprobar el presupuesto 2010.

  5. maria eugenia

    Señor Isuani: me extraña que un hombre tan preparado como usted, pueda escribir una serie de conjeturas que en algún caso aparecen como futurología. Creo que`podria repensar desde donde lo escribe.

  6. Federico

    Ampliando el comentario anterior, creo que con simplemente haber expresado «pueden imaginar a esta Presidenta que ha sabido concentrar poder de manera progresiva», o alguna frase similar, se puede expresar lo mismo, (independientemente de que se pueda coincidir o no con tal afirmación), sin caer en alusiones innecesarias.

  7. Carlos

    Lamento profundamente la conceptualización, el tono, el estilo y el medio en el que se publica el artículo.
    La noción de pecado propia de un abordaje sacerdotal, al igual que la diversidad de prejuicios y juicios de valor restan el merito y lo colocan indudablemente en la categoría del BRULOTE por encargo.

  8. Daniel

    Lamento ver tanta critica a un estilo de escritura, que a mi entender solo repasa las dudas que tenemos aquéllos que con nuestro trabajo y esfuerzo somos el soporte de este modelo nac y pop que le saca al que tiene para mantener un muneroso grupo de personas a las que se le quitó la dignidad de vivir de su propio trabajó ya que todas las políticas implementadas son de asistencialismo pero ninguna apunta a la creación de fuentes genuinas de trabajo

  9. fco.javier sanchez alvarado

    El problema no es el crecimiento,que son falacias,sino la reparticion del ingreso economico,que cada dia es mas concentrado en forma brutal.

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